Texto y fotos por Miguel Booth

¿Todo es posible en Pinos Genil?

¿Es posible que Somos Pineros pueda volver a salir? Me dicen que todo es posible en Pinos Genil. Ya veremos. Los tiempos cambian y a veces nos sorprenden. Anda, que el último año y pico no nos ha sorprendido. Pero no hay mal que cien años dure. Después de todos estos meses en estado casi moribundo, se aproxima un tiempo en que Pinos Genil necesitará resucitarse. ¿SomosPineros.com podría colaborar en ello con las fuerzas vivas del pueblo?

Mientras llegue ese momento–¿será este verano?—el anciano fotógrafo irá poniendo los espartos para un nuevo Somos Pineros, esperando que sea un poco más completo, un poco más alegre y que refleje un poco mejor la realidad de un pueblo andaluz en el que el río pasa por la plaza. Pero el fotógrafo no puede hacerlo sólo. Para que Somos Pineros pueda aportar valor real a Pinos Genil, la web tiene que crecer y llegar a más gente. Para eso tiene que contar con la colaboración activo de los pineros. ¿Qué quiere decir «colaboración activa»? Más que nada tiene que ver con participación. Se participa de todas las maneras que sirvan para promocionar la web y extender su audiencia. Con un simple «seguir,» «me gusta», un comentario, o, mejor aún, un «compartir.» Eso lleva el mensaje de nuestro pueblo a todos vuestros amigos, y de ahí a sus amigos en una feliz reacción en cadena. Ya veremos como marcha esta colaboración. Es la única forma de asegurar que Somos Pineros pueda aportar el apoyo que Pinos Genil merece. Después de un tiempo, miraremos los resultados de nuestros esfuerzos, a ver si vale la pena seguir.

Mientras tanto, veamos las orillas de nuestro río

Pinos Genil sale con ventaja. Nuestro río le dota de un encanto y unas posibilidades que comparten pocos pueblos andaluces. Sólo la belleza del río y el murmureo del agua crean un ambiente de bienestar, no sólo para los pineros, sino para los visitantes. El fenómeno del turismo interno Granada-Pinos Genil empezó hace muchos años con las familias granadinas que huían de las noches de calor aplastante en sus pisos de Granada. Encontraron en Pinos no sólo la frescura del río, sino la hospitalidad de su gente. Corrió la palabra y pronto nuestro pueblo se convirtió en un destino popular de excursionistas de día y de noche durante todo el año. Tardaron poco en descubrir el arroz caldoso de Marina, otro aliciente.

Pero el río de Pinos iba proporcionar aún más encanto al pueblo. Con la limpieza de sus orillas que llevó a cabo la Confederación del Guadalquivir hace pocos años, el Río Genil, a su paso por Pinos Genil, se ha convertido en un paseo por la naturaleza único por estas partes, además de una ruta nueva de acceso a un pueblo de un atractivo que va a más cada día. Y es sumamente asequible. A esta maravilla de la naturaleza no hay que llegar en Land Rover. Se puede aparcar al lado de la Carretera de la Sierra en casi todo el tramo de Pinos Genil. Nada más llegar al camino de la orilla–en realidad son dos caminos, uno en cada lado del río–se nota un cambio de mundo. Es una experiencia terapéutica, con la música del agua, la sombra profunda salpicada de parches de sol brillante, la geometría de los árboles inclinándose en busca de la luz, los olores del río y el sotobosque. En fin, hay que vivirlo, y los hay que lo vivimos cada día. Es otro de los milagros que brinda Pinos Genil.

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