¿Quién no quiere vestirse de princesa, desde la niña más pequeñita a las chicas grandes, aunque sea una princesa mala, compañera del malvado Conde Drácula»? En Pinos Genil en Carnaval todo es posible. Hubo vaqueros y vaqueras, hadas, brujitas, princesas indias, bailarinas, cruzados, conejitas, vikingos, cosmonautas, super heroes y la Condesa de Monte Cristo. Por haber, hubo hasta gente normal. .
Todos merendaron y lo pasaron bomba. Y guardaron las fantasías en un baúl hasta el año que viene. Excepto el Conde Drácula, que era de verdad. .