La sabiduría de una pinera

El sábado pasado a las 11.00 baje a la plaza con mis cámaras y el trípode, dispuesto a fotografiar a los abuelos y nietos de Pinos, tal como había prometido la semana pasada aquí en Somos Primeros y en unos carteles esparcidos por la plaza. La familia más puntual fue la de Juan Pachanga, muy formalica. Hicimos una sesión relajada y simpática. Espero que se note en las fotos aquí abajo.
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A continuación hubo una espera bastante larga hasta que se presentara la siguiente abuela. Y así sucesivamente. La verdad es que yo esperaba una respuesta más multitudinaria a mi oferta de hacer fotos de familia y publicarlas en Somos Pineros a cambio de un guiño.
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Durante una de las esperas estuve charlando con una mujer del pueblo que me explicó lo que estaba pasando. «Una mujer no se deja fotografiar si no se arregla», afirmó María. «El arreglarse para la foto del sábado y otra vez para la misa del domingo es mucho pedirles. Así que esperan hasta el domingo. Lo que sugiero para la próxima ver que hagas esto es que lo programes para un domingo por la mañana. Verás como tienes más trabajo».
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Gracias, María. Estoy seguro de que llevas razón. Así lo haré.

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(Sigue sintonizado a Somos Pineros para ver la segunda mitad de esta serie de fotografías.)

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